Es ahora cuando nuestra querida prensa local se rasga las vestiduras y no se explican cómo hemos podido llegar a esto.
Pero tranquilos, que el gordo acabará vendiendo e irán como perras a rendir pleitesía al nuevo.
Dirán que hay que pasar página, que olvidemos el pasado (aunque el club esté como un solar) y quien proteste es un merluzo o mal aficionado.

Tiene cojones la cosa...

Ojalá se carguen ya al equipo y me olvide del fútbol de una puta vez.