Carlos Lázaro

Los médicos ya le dieron el alta semanas atrás, aunque no es lo mismo tener el alta que lanzarse a competir a tumba abierta. «Creemos que la rodilla está más fuerte muscularmente, sujeta mejor, está más estable, sufre menos. Y estamos a expensas de que alguna vez haya que volverle a evacuar pero estamos más contentos que hace dos o tres semanas», reflexionaba Pablo Grande. Hay una última prueba que pasar. «La incertidumbre es cómo nos responderá a la competición esa rodilla, pero no descartaría que pudiese competir a corto plazo porque el tono físico es estupendo y se entrena como uno más».