Capitán en el césped
Javier Baraja confía en mantener protagonismo en el equipo tras jugar su primer partido de la temporada como titular
Javier Baraja es una pieza indispensable en el vestuario del Real Valladolid, pero su papel en el campo se vio muy oscurecido la pasada temporada. Miroslav Djukic contó poco con él como mediocentro, se negó a utilizarle como defensa central (la demarcación en la que se formó) y el capitán vivió meses tenebrosos en el plano anímico. La marcha de Djukic al siempre convulso Valencia y la llegada al banquillo blanquivioleta de Juan Ignacio Martínez supuso un rayo de esperanza para el único vallisoletano de la plantilla, pero Baraja también albergó algunas dudas. El pasado sábado, ante el Atlético de Madrid, esperaba alcanzar la titularidad tras la baja de Álvaro Rubio. No sucedió, pero su trabajo rindió frutos en el campo del Levante y Baraja lució el brazalete de capitán durante los 90 minutos en dos demarcaciones: mediocentro y defensa central.
«Venía trabajando con ilusión y con ganas de estar ahí. Me estaba encontrando bien. El sábado pasado tuve opciones de entrar, pero no fue así. Siempre que tienes esa opción y no entras, te decepciona un poco, pero cada uno sabe lo que está dando. No bajé los brazos y el míster me premió con la titularidad. Espero que sea un buen comienzo y que empiece a tener minutos a partir de ahora», apunta con una sonrisa.
La pasada campaña, Javier Baraja intervino en 12 partidos, incluso marcó un gol en el Ciutat de València ante el Levante, pero solo figuró en el once titular en tres ocasiones. Su capitanía, fundamental intramuros, quedó muy deslucida por su escaso protagonismo en el césped. Baraja se sintió desatendido en el trato personal con la prensa y durante un tiempo evitó hacer declaraciones sobre su situación, aunque nunca rehuyó dar la cara como capitán.
Aquello ya pasó. Ahora afronta otra época y Baraja empleó todas sus armas el martes en el estadio del Levante. Durante la primera parte se desenvolvió como mediocentro, junto a Sastre. Tras la expulsión de Bergdich (min. 44), desempolvó su catálogo de recursos como defensa central. «Como mediocentro me encontré a gusto. El equipo tuvo la pelota y trató de enlazar jugadas, aunque perdimos algunos balones que provocaron contras del rival. Eso supuso que nos echásemos un poquito atrás por miedo a encajar un gol. A nivel particular, me dediqué a coger zona y a intentar que el equipo jugase, intentando tapar los huecos que nos podían crear a la contra», señala.
Recuerdos de central
Tras el descanso, Juan Ignacio Martínez retrasó su posición como acompañante de Jesús Rueda. «Hacía tiempo que no jugaba como central, pero después de tanto tiempo ahí sigues manteniendo nociones. En cualquier caso, fue un partido relativamente cómodo para volver a ese puesto porque casi no teníamos espacio a la espalda. No notamos mucha diferencia a pesar de jugar con diez porque nos mantuvimos muy juntos y con mucho sacrificio».
Juan Ignacio Martínez comenzó a pensar en Baraja como titular en la madrugada del pasado domingo. El entrenador salió de Zorrilla más allá de la una de la mañana tras el choque ante el Atlético de Madrid y vio a Fausto Rossi tumbado en una camilla recibiendo un masaje. El italiano andaba sobrecargado tras el esfuerzo y en menos de tres días había que medirse al Levante. «Sabía que le iba a costar y pensé en Javi, aunque lo tenía complicado porque venía de no jugar», declara el entrenador. «Luego fue curioso porque su presencia en el campo nos permitió mover el equipo lo menos posible. Teníamos las variantes de Heinz y Marc Valiente, pero nos evitó quitar a un jugador».
«Mi polivalencia ha ayudado un poco», resalta Baraja, «porque durante diez minutos o un cuarto de hora el míster tuvo la oportunidad de ver cómo reaccionaba el equipo con diez jugadores y a partir de ahí hacer los cambios en función de cómo nos encontrábamos físicamente. Yo estoy para sumar. En algunos entrenamientos he jugado como central y mi idea en el partido era ayudar al máximo».
Carisma de capitán
Javier Baraja ejerció su liderazgo en el campo durante todo el choque ante el Levante. «Sobre todo traté de animar», apunta. «No estábamos enlazando mucho con los de arriba y no podíamos dejar que la gente se cayese anímicamente».
Él mismo recuperó el ánimo. Durante la pretemporada, se esforzó al máximo en busca de oportunidades. Físicamente, se sentía preparado y acabó formando pareja defensiva con otro jugador formado en los Campos Anexos como Jesús Rueda. «Es circunstancial que haya dos canteranos como centrales. No sé si se habrá producido alguna vez. En cualquier caso, se trata de una anécdota. Jesús, Marc [Valiente], Heinz cuando ha entrado y Carlos [Peña] lo están haciendo genial ahí».
La primera titularidad de la temporada le ha llegado al capitán en la sexta jornada. Siempre cauteloso, espera contar con más protagonismo. El recuerdo de la pasada campaña aún humea, pero en Valencia volvió a sentirse un futbolista con galones. «Por un instante se olvidan los sinsabores, pero los malos momentos siempre están ahí. Soy de los positivos, de los que piensan que esos malos momentos te ayudan a mejorar. En mi caso me ha ayudado mentalmente. Espero que sea un punto de inicio para competir este año y, por lo menos, sentirme dentro del equipo».
http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/noticias/2013-09-26/capitan-cesped-201309261258.html