Impotencia. Es lo que te queda después de ver jugar a esta panda de "profesionales" a los que les importa un pito el club que les paga. Son una banda de impresentables que no se merecen el apoyo de nadie. Lo de ayer fue la gota que colmó el vaso. Son jugadores sin alma, sin vergüenza, sin decencia para poder sacar esto adelante. Son caterva a los que les da igual la ilusión que pueda tener la gente por el equipo de su ciudad. Son morralla que han conseguido que tengamos que depender de terceros para salvarnos aún faltando dos jornadas y sólo necesitando una victoria.
Esta gente no se merece nuestro respeto.
Esta gente no se merece nuestro respeto.