0-1 y podían haber sido dos o incluso tres. Increíble pensar que lo mejor del partido han sido Bergdich y Mojica, dando la razón a Rubi.
El Real Valladolid cada vez está más asentado, en defensa sigue habiendo cosas que mejorar pero a nuestros rivales les cuesta un mundo hacernos un gol. Hay que mejorar en ataque porque no nos cuesta crear ocasiones y los contragolpes cada vez se realizan mejor, falta acertar en ese último pase o rematar mejor.
El partido no ha sido ninguna maravilla y no va a recordarse como sí se recordaban otros partidos contra el Numancia que acababan con cinco, seis o incluso nueve goles; pero estos partidos son los que poco a poco valen por un ascenso. En este caso más todavía porque todos conocemos esa historia, visitar el campo de un rival de la parte baja necesitadísimo de puntos porque está a punto de caer en descenso y que nos pinten la cara. Todo lo contrario. Hemos aguantado el arreón inicial del Numancia, hemos marcado, hemos controlado el juego y nos ha faltado matar a la contra -que lo hicimos con otro gol de Bergdich que anuló injustamente el árbitro-, pero no hemos sufrido porque el Numancia sólo podía atacar centrando desde donde fuera, y precisamente en este partido entre Rueda, Valiente y Chus Herrero teníamos unos tallos cojonudos.
Tres puntos para el bolsillo y del Betis-Las Palmas de mañana algo positivo sacamos. Y acabaremos la jornada en el liderato, de momento empatados con el sorprendente Girona.