«Los abogados del Real Valladolid frenaron en el confinamiento la renovación de Miguel»
La agencia de representación del canterano asegura que había acuerdo para firmar hasta 2024 y en cuanto el contrato pasó de Valladolid a Madrid, se ralentizó todo.
Lo que iba para novela de Corín Tellado va camino de convertirse en una de esas difícil de digerir de Tolstoi. No tanto por lo belicoso -que en cierto modo también- como por lo extenso y farragoso de la relación que unió y ahora separa a sus protagonistas.
El último capítulo se escribió ayer, anunciado en principio desde el Real Valladolid como fecha tope para que Miguel de la Fuente, uno de sus canteranos más aventajados, estampara su firma en el contrato de renovación hasta 2024. Se trata del segundo ultimátum. El primero expiró el lunes anterior, día 20 de julio.
Al igual que en aquella fecha, tampoco este lunes tuvo lugar esa firma. Y no la hubo por idéntico motivo, pese a que desde la agencia de representación se insiste en que la intención del jugador sigue siendo renovar y vestir de blanquivioleta más allá del 30 de junio de 2021, fecha en la que se extingue su actual contrato. ¿Por qué no ha renovado, entonces? Desde el club se apunta en las últimas fechas a que son sus representantes los que se quieren acoger a una cláusula del contrato por la que Miguel puede irse en calidad de cedido en su último año a un equipo de Primera División que, al menos, iguale sus condiciones.
Desde la otra parte de la negociación, se ve este movimiento como una estrategia para «meter miedo» y ensuciar las relaciones, ya de por sí deterioradas. Fuentes de Bahía Internacional aseguran que hasta el confinamiento iba todo sobre ruedas y que en el momento en el que las conversaciones se cerraron con la dirección deportiva, y el contrato pasó de Valladolid a Madrid, el acuerdo se ha ido ralentizando hasta romperse por una serie de puntos intrascendentes en la redacción del contrato. Todo ha explotado «en cuanto los abogados del club tomaron las riendas», vienen a decir desde la agencia de representación.
En este punto, no es la primera operación que se retarda por la puesta en escena de los abogados del Real Valladolid en la capital de España. El acuerdo de colaboración entre el club de fútbol y el club de baloncesto sufre idéntico retraso por la redacción de algunas cláusulas.
Hasta ese punto, aseguran, todo iba sobre ruedas. Incluso, el propio jugador había ganado el protagonismo demandado en el reinicio de la competición, con minutos de calidad ante Sevilla, Atlético de Madrid y Getafe. Poco después, Miguel viaja a Marbella con el filial para disputar la primera eliminatoria de ascenso a Segunda ante el Barça B. Y entonces, llega el primer ultimátum.
¿Por qué no se firma entonces la renovación? Desde la agencia de representación del jugador se asegura que en el club «se ponen nerviosos» y «les entran las prisas» por cerrarlo todo cuando habían tenido todo el período de confinamiento para zanjar el asunto. «El ritmo de una negociación lo deben llevar las dos partes, y no solo una», se apunta desde Bahía, desde donde se dice no entender la reacción desproporcionada que ha tenido el Real Valladolid en las últimas fechas.
Esto ha provocado que las relaciones, ya deterioradas previamente por alguna otra operación de enjundia, se hayan roto con el jugador como principal perjudicado. Con la situación enquistada, se hace poco menos que imposible pensar que va a producirse una firma del jugador, sea ahora o en un tercer ultimátum.
La salida de Miguel del Real Valladolid se da por hecha, por mucho que desde Bahía insistan en que es deseo del canterano continuar más allá del 30 de junio de 2021. Se ha reiterado que es el Huesca su próximo destino, aunque también ese extremo se pone en duda desde su agencia de representación, que aduce que es la «salida fácil» por ser José Antonio Martín 'Petón' -consejero delegado de Bahía- presidente de la Fundación Huesca.
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