Recuerdo un delantero que tuvo el Pucela, llamado Victor Porras, que la gente le pitaba, insultaba y abucheaba, y acabó tapándonos la bocaza a todos.
El grado de imbecilidad de los vallisoletanos, a veces sorprende a propios y extraños, y me incluyo, porque yo soy de Valladolid.
El grado de imbecilidad de los vallisoletanos, a veces sorprende a propios y extraños, y me incluyo, porque yo soy de Valladolid.