El historico George Gregan se retira

El retiro de George Gregan significa algo tan especial como la despedida de uno de los pocos jugadores de renombre internacional cuyas carreras abarcan tanto la era amateur como la profesional en un rugby que fue creciendo y evolucionando en el transcurso de los años, pero donde él siempre logró adaptarse.

Nacido en Zambia el 19 de abril de 1973, George Musarurwa Gregan es fruto de la relación entre su madre zimbabuense y su padre de orígen australiano que se lo llevó a la capital de su país, Canberra, cuando apenas tenía un año de edad. Allí, lo inscribió en Taylor, donde hizo la primaria, y posteriormente en el secundario del Saint Edmund's College.

Desde ese entonces, el medio melé fue aprendiendo a jugar al rugby y empezó a llamar la atención de los entrenadores a tal punto que fue convocado para representar a Australia en Menores de 19 y de 21.

En 1994, el prometedor número 9 comenzó su relación con la camiseta de los Wallabies cuando debutó ante Italia, en Brisbane, en la trabajada victoria por 23-20. Pero el momento que verdaderamente hizo que se ganara al público fue cuando, ese mismo año, le propinó un tackle salvador al All Black Jeff Wilson que evitó un ensayo y ayudó para que el equipo se quedara con la Bledisloe Cup.

Al año siguiente, Gregan tuvo la oportunidad de disputar su primer mundial cuando fue convocado por el head coach Bob Dwyer y formó una pareja de medios más que interesante con el por entonces capitán Michael Lynagh, pero Australia cayó en cuartos de final ante Inglaterra y se quedó sin la posibilidad de defender el título obtenido en 1991 precisamente en el Reino Unido.

Ya en 1996, con el comienzo del profesionalismo y la creación del Super 12, Gregan formó parte del primer equipo de Brumbies, donde empezaría a forjarse una unión y un entendimiento con Stephen Larkham que perdudaría hasta 2007 tanto en la franquicia como en la selkección, un punto clave para la obtención de la RWC de Gales 1999.

Llegó el nuevo siglo para el hombre de los Wallabies y, por ese entonces, su voz de mando, liderazgo, velocidad mental y el plus de saber hablarle a los árbitros en los partidos ya lo ponían ampliamente en la consideración como el mejor intérprete en su puesto a nivel Mundial.

Tras un 2000 sin alegrías y al haber perdido la final del Super 12 ante Crusaders, 2001 tendría preparado mejores noticias en todos los aspectos para George, quien se quedó con la capitanía de Australia una vez que se consumó el retiro internacional de John Eales, consiguió su primer torneo de Tres Naciones -el último de los dos que tiene su país- y se tomó revancha con Brumbies al derrotar a Sharks en la final.

La frustración deportiva que produjo el drop del inglés Jonny Wilkinson en la final del Mundial de Australia, en 2003, pronto quedó en un segundo plano cuando el jugador recibió la noticia que su hijo de cuatro años sufría de epilepsia, algo que impulsaría una nueva faceta en su vida: la Fundación George Gregan, encargada de ayudar a los niños en esa condición.

Paralelo a su colaboración médica, la carrera del 9 en el deporte seguiría su rumbo y, en 2004, llegaría la segunda consagración con su franquicia al tomarse revancha de Crusaders en el partido decisivo, algo que no podría repetir en las campañas sucesivas y, terminada la Copa William Webb Ellis de 2007, Toulon ya lo anunciaba como el fichaje top junto al sudafricano Victor Matfield para comenzar a diagramar el equipo que terminó ascendiendo al Top 14 como el mejor del Pro D2 francés.

Muy poco fue lo que duró el paso de Gregan en el conjunto galo. En 2008, el australiano dejaba Europa y se mudaba su a Suntory Sungoliath, equipo integrante de una liga japonesa que fue invirtiendo una gran cantidad de dinero en los últimos años para hacer del rugby un deporte popular en aquel país, que tiene como entrenador de la selección nacional al ex All Black John Kirwan.

El último sábado, George Gregan, a los 37 años, cerró su carrera al coronarse en lo más alto del All Japan Championship con su club, algo que le permitió retirarse de la actividad siendo campeón con cada camiseta que vistió a lo largo de sus 15 temporadas como jugador profesional.

Son 139 las presencias del ahora ex medio melé con la camiseta australiana, estadística que lo situa como el que más encuentros disputó con una selección en la historia del deporte. Si alguien podrá alcanzarlo es algo que sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, el rugby ha despedido a uno de sus exponentes contemporáneos más importantes.


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