Distintas. Como coloquialmente se dice: "ni mejor ni peor (por el momento), sólo distintas". Real Valladolid y Real Zaragoza afrontan sus respectivas crisis de resultados de formas bien distintas. Unos, los maños, incorporando al equipo a siete jugadores y cambiando de entrenador, y otros, los blanquivioletas, manteniendo el mismo bloque futbolístico y técnico y sin atisbos de hacer efectiva la opción de incorporar algún jugador en el mercado invernal.

Empecemos por el principio, por lo básico que es por donde empiezan las primeras discrepancias entre uno y otro proyecto, el entrenador. En el Real Valladolid se encuentra Mendilíbar. El de Zaldívar cuenta con el total apoyo del club, el cual hace presagiar que terminará la campaña. En cambio, en el equipo maño el segundo entrenador de la temporada, José Aurelio Gay, que sustituyó hace escasas semanas a Marcelino García, se encuentra según comentan los medios locales en la cuerda floja. El club liderado por Agapito Iglesias busca un preparador experimentado y vuelve a pensar en el nombre de Víctor Muñoz, quién ya estuvo cerca de firmar.
Los rumores son rumores, y los mismos que sitúan al madrileño fuera de la Romareda colocan en el vestuario blanquivioleta cierta desconfianza en la figura del entrenador que ha llevado a un equipo, por aquel entonces, sin rumbo, a la gloria de regresar a la máxima categoría del fútbol español, por parte de ciertos jugadores recién llegados. No puede llover al gusto de todos y más cuando rozas o estás en los puestos de descenso. Pese a que los rumores está y seguirán estando, los aficionados tenemos, o deberíamos tener, la opción de tener nuestra opinión y no dejarnos llevar por la versión de los hechos o de las circunstancias de gente que creemos que sabe más por el simple hecho de ostentar diversos cargos.

El punto del banquillo es importante pero no el más significativo. La diferencia de mayor relevancia se ve en la plantilla. El Real Valladolid aún se encuentra en la aclimatación de la importante cifra de incorporaciones que hizo en verano. Por ello ha comentado a los cuatro vientos que en este mercado de invierno casi con total seguridad, no se va a incorporar ningún jugador. Por el contrario el Zaragoza ha realizado varios movimientos en este mes de enero, tanto den salidas como en entradas. Un total de siete jugadores ha llegado a la Romareda, mientras que Braulio, Ayala, Songo’o, López Vallejo y Ewethon, a falta sólo de confirmar su nuevo equipo, han dejado la orilla del Ebro por serias discrepancias con junta directiva, cuerpo técnico o ambos.
Muchos movimientos y poco tiempo, ya no sólo para la aclimatación de estos nuevos jugadores, sino para la consecución de resultados, algo que ansia la afición.

Hoy en día el Real Valladolid y el Real Zaragoza se distancian en tan sólo tres puntos en la clasificación, en un sólo partido que puede desaparecer en escasas dos semanas cuando el equipo maño visite el José Zorrilla. Por aquel entonces se habrá disputado dos jornadas más, y por lo tanto quedarán dos partidos menos para ver cual de los dos proyectos, de las dos visiones y de las dos maneras de afrontar una crisis es mejor o peor. Tiempo al tiempo, pero sobre todo que el Pucela se salve.

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