Os dejo mi visión del partido.

SI NO GANAMOS A ESTE GETAFE...


Pedro León, Lafita, Diego Castro, Colunga, Álvaro Vázquez, Sarabia, y hasta aquí llegó toda la aportación de calidad del Getafe en el partido del sábado en Zorrilla. Nombres escritos en sus respectivas camisetas es lo único que trajo el equipo presidido por Ángel Torres. El único que mostró la calidad suficiente para detener al Valladolid fue su portero Moyá, que realizó varias paradas de mérito, sobre todo a Javi Guerra, que impidieron que el público de Zorrilla viviera el partido de una forma más tranquila, e incluso saliera unos minutos antes camino de las casetas regionales.

Y es que el Getafe no aportó nada de nada para conseguir llevarse su primera victoria de la temporada. Si en Valladolid echábamos en falta un mediocentro creativo, enfrente nos encontrábamos a Borja y Lacen, dos patapalo con el balón, como se pudo ver el sábado. La diferencia es que el Valladolid tenía lesionado a Víctor Pérez y sin Rossi por culpa del transfer (una vez más) y el Getafe tenía varios efectivos creativos en el banquillo. Así se vio a uno de los peores conjuntos que han pasado por Zorrilla que, a pesar de todo, a punto estuvo de darnos un susto final.

El partido de Villarreal será mejor que lo olvidemos, dejemoslo en un momento de enajenación de Juan Ignacio esperando no tener que escribir el “Bandazo (II)”. El sábado siguió la lógica, colocó a casi todos los jugadores en su sitio y jugó a lo que ha estado ensayando durante la pretemporada. Sin experimentos. Rueda volvió a la zaga y junto a Marc, Peña y Rukavina demostraron que forman una gran defensa. Sastre volvió al once para dejar claro que su nivel no es tan pésimo como el que demostró ante el Athletic de Bilbao.

Omar, que también volvía al equipo titular esta vez por la derecha, y Bergdych, que repetía por la izquierda, se mostraron incisivos durante todo el partido con mucho más acierto por parte del canario. Omar, jugó quizá su mejor partido con la camiseta blanquivioleta, según sus propias palabras, apareciendo continuamente por el centro supliendo en muchas ocasiones la función de último pasador que suele ejercer Óscar. Al salmantino le está costando coger el nivel en este comienzo de temporada, el sábado estuvo impreciso, lento e incluso falló dos claras ocasiones, la primera por realizar un fácil control con la mano y la segunda enviando un cabezazo manso a las manos de Moyá. Sabemos que con Óscar hay que tener un nivel alto de paciencia, paciencia que no tuvo Antonio Gómez pero sí Abel o Djukic. Veremos que opina Juan Ignacio.

El que sí que ha empezado bien la temporada es Javi Guerra. Juego de espaldas, desmarque, presión, sólo le falta la guinda del acierto de cara a portería. Y, curiosamente, el elegido para sustituirle el sábado fue Manucho. Dos semanas después de la llegada de Osorio, cuando se suponía que debía estar mejor físicamente y más acoplado, el entrenador eligió al angoleño antes que a él. ¿No habrá tenido nada que ver la directiva y su intención de colocar a Manucho en su nula aparición en los dos partidos anteriores?

Finalmente el gol llegó a la salida de un corner tocado por tres defensas, Rueda, Peña y Marc Valiente que alojó el balón en la red getafense. Guerra, Bergdych, Omar y Óscar contaron con ocasiones para aumentar la renta, pero finalmente fue Sarabia el que pudo poner un empate que hubiera resultado injusto a todas luces, injusto para todo el mundo menos para Luis García que vio un partido igualado que podrían haber empatado perfectamente. Por el bien del Getafe, esperemos que Luis haga más autocrítica ya que su equipo tiene muy mala pinta en este inicio liguero.

El Valladolid consiguió su primera victoria liguera para alegría de sus aficionados que no pudieron comenzar de mejor manera las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Ahora bien, tenemos que calibrar muy bien la poca resistencia ofrecida por el rival y no relajarnos. Insisto, vamos a sufrir, aunque con la vuelta de Víctor y Ebert y la incorporación de Rossi esperemos que el equipo mejore. Ahora afrontamos el parón con tranquilidad para trasladarnos en dos semanas a un estadio que no nos trae muy buenos recuerdos, el Martínez Valero. Esperemos que el equipo ofrezca la misma imagen que en aquel playoff pero que se traiga un mejor resultado.