Weissman: “Tengo muy en cuenta los consejos que me da Ronaldo”
El delantero israelí del Real Valladolid concede la primera entrevista de la temporada a AS, donde habla de su ansía por jugar, marcar goles, mientras desvela cuál es su sueño con Israel.
Shon Weissman (Kiryat Haim, Haifa, Israel, 14 de febrero de 1996) cumple su tercera temporada en el Real Valladolid, que lo fichó de la liga austriaca al ver como anotaba 37 goles en 40 partidos. Su primera campaña, en Primera, no fue todo lo buena que esperaba, seis tantos, en Segunda brilló con 20 goles y ahora vuelve al escaparate principal para “hacer mi trabajo”, es decir, marcar goles. De momento, debutó ante el Almería, tras superar lesión, y anotó el gol de la victoria en el tiempo de descuento.
¿Qué significa para usted marcar un gol?
Para mí es lo mejor, yo quiero marcar en cada partido. Es algo que no hay palabras para expresar lo que siento cuando marco un gol.
¿Usted sueña con marcar goles?
Mira, cuando vuelvo a casa, después del partido, veo el partido, por lo menos, dos veces, y siempre me fijo en mis goles o en mis errores para mejorarlos. Claro que me cuesta dormir, pero si marco, duermo mejor. Me cuesta dormir tras los partidos, pero siempre está mi mujer para tranquilizarme. Ahora tengo una niña de dos años e intento desconectar un poco. Luego claro que le das vueltas. Si no piensan en los partidos, en lo que ha pasado, no puedes jugar al fútbol. Ya tengo 26 y soy capaz de diferenciar: fútbol es fútbol y familia es familia.
¿Cuándo se dio cuenta de que lo suyo era marcar goles?
Desde pequeñito. Cuando tenía seis años siempre jugaba de delantero y siempre marcaba muchos goles. Me gusta mucho y ojalá lo pueda hacer toda mi vida en fútbol profesional.
Esa facilidad para saber estar en el sitio adecuado en el momento preciso, ¿se aprende o es innato?
Yo creo que Dios me dio ese don y lo aprovecho, pero, por supuesto, que yo trabajo para mejorarlo cada día. Cuando marco yo soy muy feliz.
Y cuando le dicen que participa poco en el juego, ¿qué piensa?
A mí me gusta jugar también, pero lo más importante en mi posición, al final, son los goles para mi equipo. Si el delantero no marca goles, el equipo no gana y yo no gano dinero (risas). Marcar goles es mi trabajo, pero el delantero en fútbol tiene mucho más que hacer, para mí. Me gusta tocar el balón, asociarme con mis compañeros.
Usted es nacido en un pequeño pueblo cerca de Haifa, ¿cómo fue su infancia? ¿jugaba todo el día al fútbol?
Nosotros jugábamos al fútbol todo el día cada día, no había mucho más que hacer. Nací en una pequeña localidad llamada Kiryat Haim y no teníamos nada, sólo podíamos jugar al fútbol. Mis amigos eran los jugadores con los que jugaba.
¿Desde pequeño ya pensaba en ser futbolista profesional?
Mi sueño, mi objetivo, era venir a España, Alemania o Inglaterra. Claro que es un sueño para todos los niños de seis, siete, diez años, pero ahora estoy muy feliz con mi familia en Valladolid, en la Liga.
¿Quién era su ídolo cuando usted empezaba a jugar?
Yo era muy de Cristiano Ronaldo, claro que el número uno siempre será Ronaldo Fenómeno. Creo que es el mejor delantero de la historia.
¿Qué significa ahora tener a Ronaldo de presidente?
Cuando yo recibo la oferta del Valladolid y me dicen que Ronaldo Fenómeno me quiere a mí... No puedes rechazar a Ronaldo. Es una muy buena persona, tengo mucha suerte de tenerle como presidente.
¿Le da consejos?
Sí, claro, hablamos, él viene a los partidos, a los entrenamientos. Hablamos de fútbol y sí alguna vez me ha dado algún consejo. Él me dice lo que piensa y, claro, yo lo tengo muy en cuenta porque es el mejor delantero de todos los tiempos. No puedo pedir más.
Volviendo a su infancia... ¿Cómo fue el apoyo de su familia? ¿Confiaban en que usted llegara o hubiesen preferido que se formara más y tuviera un trabajo fuera del fútbol?
Yo siempre estuve con mi madre, con mis abuelos y un primo... Siempre estaban conmigo, me llevaban a los entrenamientos, a los partidos. Después llegó mi mujer, nos conocimos con 15 años, y el apoyo y la confianza que he tenido ha sido constante. Eso me dio tranquilidad. Mi familia sabe que yo siempre quería jugar al fútbol y a raíz de eso ellos tienen más facilidades en la vida.
La situación en su país no ha sido fácil nunca, ¿cómo lo lleva, cómo lo siente?
A mí me gusta mucho mi país, Israel para mí es todo. Siempre que puedo veo noticias de mi país, pero reconozco que es muy difícil, muy complicado. Llevamos 70 años complicados, no es fácil. En nuestra selección tenemos árabes, judíos, todos juntos. Ojalá que los enfrentamientos se acaben un día y sigamos adelante.
También es muy importante para usted la religión, le vemos dar las gracias cada vez que marca un gol... ¿qué significa para usted?
Es muy importante. Yo cumplo casi todo, no es fácil hacerlo todo, pero la religión, Dios, es todo. Número uno. Bueno, dos, primero es mi familia. Bueno, uno y medio (Risas).. Soy muy feliz haciendo algo así. Cuando yo lo hago vosotros ahora entendéis que es eso. Israel, judío, religión, para mí es muy importante. Mi religión es muy buena, no es mejor ni peor que otras, pero es la mía.
Cuénteme qué significa esa celebración en los goles...
Gracias a Dios. Yo rezo tres veces al día, por la mañana, al mediodía y por la noche. Para nosotros es muy importante. Es como decir: Tú, Dios, eres lo más importante. Muchas gracias por todo.
Además, ustedes tienen la cuestión de la comida, que es especial, la comida kosher. ¿Cómo lo lleva?
Yo hago los pedidos a Bélgica y en dos días lo tengo en casa. También lo puedo pedir en Madrid, que hay dos o tres empresas gourmet de comida kosher. Yo sólo como kosher. Hoy con internet es muy fácil pedir. Yo como sólo en mi casa y mi mujer es la mejor chef del mundo.
Volviendo al fútbol, ¿le costó mucho salir de Israel para ir a Austria?
Eso entraba dentro de mi objetivo cuando era pequeño. Yo quería jugar en los estadios más grandes, contra los mejores equipos. Sabía que para ir de Israel a la Liga directamente no era fácil, así que ir a Austria fue una buena decisión para empezar a jugar Europa League, jugar la liga. Era un escalón anterior para llegar a España.
Usted marcó 37 goles en 40 partidos... ¿pensaba que le iba a ir tan bien?
Era mi objetivo. Yo sólo firme por dos años para hacer un buen año y poder saltar a otra liga. Marqué 37 goles en 40 partidos y vino el covid, que nos cambio la vida... pero pude firmar por el Valladolid y estoy muy feliz en mi casa.
¿Le costó adaptarse a la liga española, al país?
No sabes nada, sabía que era una de las mejores ligas del mundo o en el top3. Al principio es muy difícil, no sabía el lenguaje, ni nada. El fútbol es más diferente, pero fútbol es fútbol para mí. Si tú eres delantero y sabes marcar goles, los vas a marcar.
Con el castellano le enseña el maestro Sabina...
Me gusta mucho Joaquín Sabina, lo escucho mucho y me gustaría ir a un concierto suyo.
Los 20 goles de la temporada pasada en Segunda más el ascenso, ¿le dejan satisfecho?
Para mí el ascenso fue lo más importante, pero yo siempre quiero marcar más. Anoté 20 goles y disparé al palo muchas veces, pero siempre quiero más.
¿Y qué pasa en los últimos goles que no puede celebrarlos porque siempre el VAR tarda mucho en chequearlo?
Es el nuevo fútbol con el VAR. Pasó el día del ascenso y pasó ante el Almería. Yo pensaba que iba a pitar mano, tenía mucho miedo y no podía celebrarlo.
De los campos que ha visitado ya, ¿cuál le impresionó más?
No tengo muchos elementos de juicio porque el primer año jugamos sin afición en los campos (por el covid). Este año quería jugar en el Camp Nou, pero no pude (estaba lesionado), por lo que me queda el Bernabéu y tengo muchas ganas de jugar en San Mamés. Es una locura de campo. A ver si jugamos bien en esos dos partidos y logramos marcar gol.
Ya está a punto para jugar, juegan ante el Girona, ¿qué se plantea?
Yo siempre pienso en ganar y marcar goles en todos los partidos, luego viene el Cádiz y después tengo un partido muy importante con la selección para lograr objetivos muy importantes.
Cuénteme...
Hay una locura en Israel con el próximo partido. Si ganamos en este partido a Albania, seremos primeros y vamos al playoff para jugar la Eurocopa. Para nosotros es un sueño. Ahora estamos en el grupo B y si ganamos ascendemos al A, jugaríamos con los mejores equipos del continente. Mi sueño es ir con Israel a un gran torneo, Eurocopa o Mundial.
Su familia, que me ha dicho que siempre ha sido su gran apoyo, ¿qué le dice ahora?
Ellos quieren más, como todos. Yo siempre quiero más. Yo quiero jugar cada día y estoy muy feliz en mi tercer año en Valladolid. Quiero jugar más, más armas, estar más alto en la clasificación. Siempre quiero más.
¿Cómo se encuentra en Valladolid?
Para mí es increíble, me gusta mucho. La gente aquí es muy buena, le gusta el equipo con locura, y eso me encanta, lo viven mucho. El fútbol es muy importante en Valladolid por lo que veo. Estoy muy feliz, vivo muy tranquilo, no hay crímenes, ni delincuencia.
Y ese carisma que tiene usted, esa relación con la afición, ¿cómo se gestó?
Somos personas, yo soy uno más, y eso es lo que a la afición le gusta.
¿Y cómo surgió aquello de “qué pasa” en la celebración de los goles?
En el primer partido, cuando marqué el primer gol, no sabía nada de español, sólo esa expresión: ¿qué pasa? Y ahí se quedó. Me gusta mucho y a la afición también, así que ahora es ¿qué pasa? para siempre. Al final, este es mi trabajo. Marcar goles. Estoy muy feliz al marcar, hago mi trabajo, es lo normal...
Tiene usted contrato hasta junio de 2024. ¿Se plantea renovar o no piensa en ello?
No he pensado en eso, sólo pienso en el próximo partido, en esta temporada. Estoy muy contento y muy feliz.
¿Con cuántos goles se conformaría este año?
Yo quiero marcar los más posibles, no quiero decir un número. Cada partido quiero marcar y vamos a ver qué pasa.
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