Como sevillano aficionado del Valladolid que soy, hoy he ido a las taquillas del Benito Villamarín (para mí nunca debió cambiar de nombre).
Os cuento: las taquillas abrían a las 18. Yo he ido a las 17.35, y aquello parecía que era la cola de una final de la Champions. La cola daba la vuelta al estadio casi, y he estado una hora para sacarme una entrada en voladizo, porque ya estaban agotadas las de preferencia. Todo ello a 34 grados del alá.
Los béticos están animados, en una burbuja que por unos días se aleja del 'Lopera, vete ya' y se convierte en un 'Mucho Betis'. Para colmo, durante la espera, el autobús del Betis ha venido para entrenar por la tarde en el estadio a puerta cerrada, y no veais la que se ha formado: algo muy diferente a lo que se lleva viendo todo el año. En vez de silbidos, huevos y gritos de desprecio ('Jugadores mercenarios', un nuevo clásico del beticismo), todo eran gritos de ánimos y apoyo, palmaditas en la espalda y autógrafos.
Señores, la cosa está peor de lo que pensaba. No digo que vayamos a descender a segunda, pero sí que lo vamos a tener más difícil que lo que yo por lo menos tenía pensado.
Saludos.
Os cuento: las taquillas abrían a las 18. Yo he ido a las 17.35, y aquello parecía que era la cola de una final de la Champions. La cola daba la vuelta al estadio casi, y he estado una hora para sacarme una entrada en voladizo, porque ya estaban agotadas las de preferencia. Todo ello a 34 grados del alá.
Los béticos están animados, en una burbuja que por unos días se aleja del 'Lopera, vete ya' y se convierte en un 'Mucho Betis'. Para colmo, durante la espera, el autobús del Betis ha venido para entrenar por la tarde en el estadio a puerta cerrada, y no veais la que se ha formado: algo muy diferente a lo que se lleva viendo todo el año. En vez de silbidos, huevos y gritos de desprecio ('Jugadores mercenarios', un nuevo clásico del beticismo), todo eran gritos de ánimos y apoyo, palmaditas en la espalda y autógrafos.
Señores, la cosa está peor de lo que pensaba. No digo que vayamos a descender a segunda, pero sí que lo vamos a tener más difícil que lo que yo por lo menos tenía pensado.
Saludos.