Bueno, pues me esperaba lo peor después de oir a Rojí esta tarde. La primera camiseta, sencilla y dentro de lo normal, y la segunda, roja, pues me ha parecido un mal menor porque me esperaba verde pistacho, mostaza, añil, wengué, o toda la gama de fosforitos.
Al menos el rojo está presente en nuestro escudo, y tiene el matiz histórico que señalaba Byv11. Me hubiera gustado más carmesí.
La ropa de entreno totalmente aséptica. Podría ser del Flamurtari, del Boyacá Chicó o del CD FAS.
Y dicho esto, ahora vomito: ESTOY HASTA LOS COJONES. ¿Esto es lo que se cuida al socio, y a las señas de identidad del club? Un sector importante de la afición ha dicho por activa y por pasiva que desea disponer del color violeta, con más o menos intensidad en toda la indumentaria que identifique al club, tanto en el juego, como en la ropa de paseo o entreno. Había bastante consenso en la camiseta negra y violeta. ¿Porqué se permite el cambio?
Yo el tema de las camisetas y de las marcas lo tengo muy claro desde hace tiempo e insisto año tras año cuando surge el tema. Un señor que está sentado en su despacho en Turín (Kappa), que no conoce Valladolid de nada, ni el club ni su idiosincrasia, no puede tener en sus manos el diseño de nuestra camiseta, de nuestra seña de identidad.
Creo que el club da el visto bueno a los diseños, y una vez más pasa de usar el sentido común, que llevaría a satisfacer el deseo de los potenciales consumidores de las camisetas, que somos los aficionados. Repito, estoy hasta los cojones con esta gente, y con la política del club en muchos aspectos.
¿No puede hacer la ropa del Real Valladolid una marca local, regional o nacional, ahora que nuestra economía está resentida? ¿Qué ganamos con que nos vista una multinacional de mierda que sólo atenderá a los rigores del marketing con el beneplácito del club?