Una gran segunda mitad nos ha hecho olvidar el mal juego de la primera. Lo cierto es que el equipo ilicitano no lo puso fácil en ningún momento y salió al terreno de juego con la lección aprendida y pronto el Pucela se contagió de un jugo trabado, con numerosas imprecisiones y faltas. Era el juego que más le convenía al equipo visitante. Y así, sin apenas fútbol transcurrió toda la primera mitad, ahora bien, el Pucela dispuso de dos ocasiones inmejorables para adelantarse en el marcador, ambas protagonizadas por Guerra, con un cabezazo al palo y un pase genial a Víctor Pérez que no pudo convertir en gol en dos remates consecutivos, con todo a favor en el segundo.
La segunda parte fue otro cantar, con un Real Valladolid crecido y dispuesto a volcarse sobre la portería levantina. Ayudó, y de qué manera, el hecho de que el cuadro ilicitano se echara atrás y creyera en su contragolpe, dejando la iniciativa al cuadro pucelano. Fue un error. El Puecela logró empatar con un remate de Sisi tras un buen lanzamiento desde fuera del área de Nauzet y logró finalmente imponerse a la salida de un córner lanzado por el propio jugador canario y rematado a placer por un Marc Valiente que se encontraba solo en el área chica. A partir de ahí no se movió el marcador y el equipo albivioleta apenas sufrió las acometidas ilicitanas para empatar: se limitó a presionar y controlar el juego, llegando así cómodamente al final del encuentro.
Jaime, bien en la portería, muy seguro por alto.
La defensaq rayó a una gran altura hoy, sujetando las escasas acometidas rivales, con un gran Jesús Rueda, firme, expeditivo y demostrando que no es tan mal central como había hecho creer en estos primeros partidos, rápido al corte y contundente, mención especial en una jugada en el min. 4 que evitó un gol cantado tras una internada de Ángel. Muy bien hoy, al igual que Marc Valiente, muy rápido y seguro también. Tekio va a más y cubrió perfectamente su banda, con un Balenciaga en la izquierda más que correcto, aunque escaso de profundidad hao.
En el centro del campo, Álvaro Rubio supo sacar el balón jugado con acierto en una buena segunda mitad. Nafti aportó el trabajo sucio habitual con la fuerza que le caracteriza, pero debería controlarse pues se ganó una amarilla que bien pudo ser roja.
Víctor Pérez jugó a rachas. Tuvo una grandísima ocasión y colaboró en la segunda parte al buen juego del equipo aunque en diversas fases estuviera desaparecido. Yo, particularmente, echo en falta la clase de Óscar en su posición.
Arriba, muy bien Sisi: siempre activo luchador y hoy, como por regla general en lo que va de temporada, estuvo muy acertado, desbordando y sirviendo de balones a Guerra, cambiando de banda (creo que esto fue fundamental en la segunda mitad) y ofreciendo siempre soluciones en ataque. Nauzet mantuvo el tipo durante todo el encuentro generando peligro constante y el únio creado por el Pucela en la primera mitad fue por su banda, entre él y Tekio mandaron en esa zona.
Qué decir del gran trabajo de Guerra a lo largo de todo el encuentro, pegándose constantemente con la defensa y creando los espacios suficientes en la segunda muitad para las entradas tanto de Sisi como de Nauzet. Buen encuentro el suyo aún sin el gol.
Bueno, Marquitos y Baraja apenas lucieron, pues entraron con el encuentro ya decidido y con el Pucela controlando la situación.
Mencion especial merece el árbitro, el Sr. Lesma López estuvo desacertadísimo, no concediendo dos clarísimos penaltys en el área ilicitana al comienzo de la segunda parte, una mano de Verdés y una clara falta sobre Guerra de Juan Carlos, que debió sancionar estando, además, perfectamente colocado como estaba. De igual forma, sacó una tarjeta amarilla al portero ilicitano y solamente el saba el porqué. Pudo expulsar a Nafti pues ocasiones tuvo para ello.
Resumiendo: un paso adelante del Pucela en un encuentro complicado a priori y sobre el terreno que permite mirar con optimismo las dos salidas sucesivas, Almería y Huelva, con un saldo favorable frente a Celta y Elche de cuatro puntos sobre seis. El equipo parece que va encontrándose y tan solo pedir un poco más de continuidad en el juego, un poco más de concentración desde el principio.
Khrane