Reoyo, yo tampoco creo que supiéramos matar el partido, pero sí noté una mejoría considerable en ese aspecto. El Valencia nos llegó a base de arreones de calidad, pero el equipo estuvo concentrado. Por algún sitio se tenía que notar la calidad del Valencia y vino de las botas de Vicente, que desquició a Pedro López. La expulsión, curiosamente, nos vino bien, con Marcos en la derecha se acabó Vicente y casi casi el Valencia. Junto a la salida de Vivar, que mantuvo la posesión y buscó muy bien a sus compañeros (lástima de contraataque, asignatura pendiente).
El equipo en el primer tiempo estuvo espectacular en la presión, enormes Víctor, Álvaro Rubio y Sesma y demás por momentos tocando con mucho criterio. En la segunda parte, el Valencia achuchó y esta vez tuvimos la suerte que nos faltó en muchos partidos.
La victoria tiene mucho valor, rompe una mala dinámica, desmoraliza a otros equipos que ya nos veían casi descendidos y nos enseña que se puede ganar aun sufriendo lo indecible; cuando vi a Iñaki Bea hecho una momia y la absurda entrada de Pedro López sabía que nunca perderíamos ese partido.