Seguimos jugando sobrados. Yo tengo un punto de intranquilidad, porque he visto a este equipo jugar muy bien, pero con la pegada que tenemos, no nos hace falta más. De momento.
Un par de apuntes. Partidazo, a mi juicio, de Guerra. Pegándose con todos, haciendo arrastres en diagonal contínuos, aguantando el balón. En los tres goles, los centrales están con Guerra y los medias puntas entran sin marca. Cuando Djukic le cambia se echa de menos esa aportación. El ejemplo más claro lo pudimos ver en un contraataque conducido por Oscar. Bueno que era ya entonces el nueve, acompaña en paralelo. No hay desmarque en diagonal y Oscar se come el balón. En fin, magnífico partido de Guerra.
Por otro lado, Nafti acusó la inactividad y el hecho de que Víctor Pérez, cada vez más hecho a Rubio, juegue por delante, en lugar de en paralelo. Nafti puso todo lo que tiene y cumplió, a mi juicio aunque un peldaño por debajo del resto, lo que tiene su sentido.
Vienen estos dos apuntes a colación, porque ya estoy oyendo voces rajando con la boca ancha de estos dos. Comentarios que van más allá de una crítica aseptica de un momento puntual o de un partido y que van a lo personal, a actitudes y a chismes. Estos dos, hace cuatro días, eran dios en el Valladolid, y ellos solitos casi, metieron al equipo el año pasado en play off. Así que un poco de respeto, y de fijarse un poquito más en lo que pasa en el campo, y de lo que está pasando fuera, que hay algunos que llevan veinte años y dan pena.
No se si es que tengo cerca a los más tontos del estadio o es algo general. En fin. Tres puntos más, segundos, y los jugadores y el cuerpo técnico siguen teniendo un comportamiento a años luz de la institución, y de parte de la afición, dando una lección que, yo al menos, no olvidaré. Muchas gracias por el año que nos estáis brindando.