Javi Guerra se sincera
El pichichi blanquivioleta admite que está lejos de su mejor estado de forma
A. G. ENCINAS
Sonó para el Málaga, para el Deportivo y para el Racing, pero a día de hoy lo único seguro para Javi Guerra es que pertenece al Real Valladolid, que le quedan años de contrato aquí y que el club insiste en que en ningún momento ha habido una oferta formal por él. Visto lo cual, trata de centrarse en lo que toca y olvidarse de unos cantos de sirena que admite que acabaron por afectar a su rendimiento. «Ahora mirándolo a todo pasado quizá sí», admitía ayer.
Guerra es un jugador fundamental en este Real Valladolid, y no tiene reparos en admitir que de unas jornadas a esta parte no tiene el mismo acierto con el que empezó la temporada. Incluso ha hablado de ello con Abel Resino para buscar una solución. «Está claro que mi rendimiento ha bajado, soy humano y esas cosas [de los rumores] te pueden afectar. Uno se hace ilusiones... Está claro que mi rendimiento baja, no sé si es por ese tema o por otro. He hablado con el 'míster' sobre ello y a intentar olvidar todo lo que ha pasado, ahora mismo estoy aquí y a afrontar dónde estoy y a confiar en el equipo para intentar recuperar otra vez mi nivel de juego», decía.
El delantero y pichichi del equipo tuvo un arrebato de sinceridad de esos que a veces les dan a los futbolistas y que sirven para rascar debajo de los tópicos y averiguar sus verdaderos sentimientos. Guerra acabó uno de los entrenamientos de esta semana muy enfadado, golpeó una botella de agua y se le vio ofuscado. No había sido una mañana de excesiva puntería en los remates, y quizá eso acabó por desesperarle. Al menos trata de que el asunto del mercado invernal, al que aún le faltan más de dos semanas, no le distraiga más. «Tengo acordado con mi agente que no me cuente nada hasta que no haya nada seguro. Más que nada para no descentrarme, no volverme loco y que no piense en otras historias», confesaba ayer. Y mientras el club no diga lo contrario, aquí no hay ofertas con contante y sonante en la bolsa, y sí mucha llamada de prueba. «No sé las ofertas que tengo, si han preguntado por mí, eso lo tiene que saber el presidente y la dirección deportiva. En Navidad salieron cosas en la prensa, pero seguro no he tenido nada porque a la vista está que sigo aquí», asume el delantero. Aunque deja una puerta entreabierta que puede resultar una invitación en según qué casos. «No hemos cerrado nunca ninguna puerta, pero todo pasa por que yo rinda bien aquí», concluye.
Cambio obligado
A Guerra tampoco le sirven las excusas en estos momentos. Tal y como hizo Pedro López días atrás, el delantero ha dejado claro que hay jugadores comprometidos con intentar sacar esto adelante. Y una vez más se lee entre líneas que quien no esté al 100% no recibirá el apoyo de la plantilla si llega el caso de que el club decida prescindir de él. «Ante este tema no estamos pendientes, pasamos un poco de eso y nos centramos en entrenar bien, cambiar la actitud en el campo, que no está siendo buena y darlo todo ante el Huesca y no creernos superiores a nadie, porque ahora mismo no somos superiores a casi nadie», dice el atacante a este respecto.
Una racha tan negativa como la actual seguro que no es lo que pensaba encontrarse cuando fichó por el Valladolid, un equipo que le presentaba un proyecto para ascender a Primera División. Y de hecho Javi Guerra parece no encontrar explicación a esto. «No es normal lo que nos está pasando, llevamos siete partidos sin ganar, hay buen equipo y buenos jugadores pero hay que demostrarlo en el campo, cada uno mirar lo que está haciendo mal, corregirlo y a partir de ahí puede salir bien o no, pero salir del campo con la cabeza alta y sabiendo que lo has dado todo. Si lo das todo, lo normal es que el Valladolid le gane al Huesca», advierte.
La cosa se agrava cuando se analizan los dos últimos rivales, Tenerife y Nástic, inmersos en un momento horrible de juego y clasificación, y se tiene por delante a Huesca y Alcorcón, otros dos candidatos a luchar por eludir los puestos de abajo. «Somos conscientes de que las cosas no nos están saliendo bien, estamos quemando una traca importante y el sábado tenemos un partido con la oportunidad de cambiar todo esto y acabar con esta racha», afirma. Y abunda en la tesis de pensar solo en el próximo partido para minimizar la ansiedad. «Hay que intentar revertir la situación y conseguir una victoria que nos daría mucha moral y es lo que necesitan el equipo y la afición». Y por lo que a él respecta, dejar de lado los rumores, centrarse en el Valladolid y en recuperar su juego. «Porque el equipo lo necesita y yo también».